El cursus honorum se puede definir como la carrera de dignidades o sucesión
de cargos públicos, y puede estar en orden directo (los cargos están
ordenados de menor a mayor importancia) o al revés (orden indiecto). En la
antigua roma nos encontramos tres tipos de ordines
(el senatorial, e ecuestre y el decurional), y cada uno de los mismos tiene
un cursus honorum. Pero para acceder
a un determinado cursus honorum tenías que nacer en una familia que
perteneciera a una clase social específica. (Ramírez Sánchez, Primera década
del S.XXI, págs. 5-6)
Las magistraturas romanas
nacieron en diversos momentos y por distintas vías, por lo que es imposible
hablar de un “cursus honorum republicano”. En la república el cursus honorum senatorial estaba
constituido alrededor de magistraturas, que restringían el poder de sus
ocupantes y ayudaban a que se pudiera repartir más fácilmente. Además éstas
eran electivas, anuales (aunque se podía permitir una “prorrogatio”) y
colegiadas. Cada magistrado tenía su campo de actuación (“provincia”). La
autoridad de los magistrados se llamaba “potestas”, y algunos de éstos
superiores tenían derechos y prerrogativas que se llamaban “imperium”, que les
permitía tomar los “auspicia” (preguntar a las deidades), y eran elegidos por
la asamblea llamada “comitia centuriata” (ordenados en centurias según sus
rentas). (Andreu, 2009,
págs. 177-178)
Inscripción romana de un cónsul con cursus honorum senatorial |
Antes de iniciarse en la carrera
política solían pasar primero diez años en la milicia. Así pues, los jóvenes “novatos”
(después de alcanzar la edad viril) se iniciaban con el vigintisevirato (veintiséis
puestos), que no eran nada homogéneos, no solo por la diversidad de sus tareas,
sino también por la duración de la misma (desde pocas semanas, hasta un año) (Andreu,
2009, pág. 179) .
Después de esto, iniciaban realmente el cursus
honorum con la cuestura, que era la magistratura de menor rango, eran
elegidos por “los comittia tributa” y comenzaba el cargo el cinco de diciembre.
Éstos se encargaban de administrar el tesoro público y el mantenimiento de los
archivos del estado (conservados en el templo de Saturno); en un principio eran
un par, pero poco a poco fue creciendo hasta que en el S. I a.C. el número se
elevó a veinte (Andreu, 2009, págs. 180-181) . El puesto siguiente
y por tanto superior era el de pretor, que tenían como función dirigir la
justicia entre otras. Eran elegidos de la misma forma que el anterior, y hasta
que aparecieron los cónsules en el S. V a.C. eran los magistrados más
importantes; su número también incrementó, ya que en un principio eran dos y
terminaron siendo ocho el 80 a.C. Finalmente, la carrera política de un senador
terminaba con el consulado. Eran los que tenían más poder y atribuciones, y
además se daba nombre a los años con el de los cónsules de esa etapa. Éstos
iban acompañados de doce lictores con
sus respectivas fasces. Éstos eran
los comandantes supremos de los ejércitos, convocaban y presidían las reuniones
del Senado, dirigían los juicios más notorios y controlaban el orden público de
la ciudad. En un principio solo podían acceder al mismo los patricios, pero
luego se permitió que los plebeyos también accedieran a él (desde el 342) (Andreu, 2009, pág. 182) . Solamente los
censores tenían más prestigio que los últimos, pero no comparten ni
privilegios, ni tareas. Se elegían cada cinco
años y prestaban servicio durante uno y medio, tiempo que utilizaban para hacer
el censo y posteriormente harían la lista de los senadores (Andreu, 2009,
págs. 182-183) .
Finalmente en el S.V a.C. los plebeyos consiguieron la magistratura del “tribunado
de la plebe”. Eran plebeyos que velaban por la salvaguarda de sus iguales. Así
pues tenían el derecho de “Auxilium”, por lo que podían para procesos
judiciales y vetar al senado entre otras cosas. Estaban durante un año en el
cargo (generalmente personas jóvenes), donde se les consideraba “sacrosancta”,
cosa que los hacía “intocables”. Por último, también en el siglo V a.C. nace la
edilidad formada por dos plebeyos y dos patricios y sus funciones estaban
relacionadas con la funcionalidad urbana, además éstos (que solían ser jóvenes)
solían poner dinero de su bolsillo. Durante no más de seis meses y solo en la
República, el senado en época de crisis podía unificar los poderes en un
dictador para salir del “bache” (Andreu, 2009, págs. 183-185) .
Con la crisis de la Republica
del siglo I a.C. hubo diversos cambios en el cursus honorum senatorial, como la aparición de nuevos puestos de
designación imperial, se modificó la edad para entrar a los cargos y se eliminó
la obligación de hacer un servicio militar. (Andreu, 2009, págs. 187-188)
Cursus Honorum ecuestre (esquema) Fotografía: oculimundienclase.blogspot.com |
En época imperial el ordo
ecuestre se separó del senado y desarrolló un cursus honorum propio entre otras cosas. Algunos se iniciaban con
cargos militares, que eran tres: “Praefectus cohortis” (comandante de una de
las cohortes auxiliares de los legionarios), luego estaba “tribunus legionis”
(acompañaba al tribuno militar laticlavo de rango senatorial) y finalmente, “Praefectus
alae” (comandante de una de las alas de la caballería). Después de pasar por
aquí, podían ejercer en la administración civil o en el mando de la flota el
cargo de procúratela o prefectura y parece que de media estaban tres años en el
cargo. Estos se clasificaban por importancia y sueldo de menor a mayor en: “sexagenarii”,”centenarii”,
“ducenarii” y “tricenarii”. Finalmente, muy pocos alcanzaban una de las grandes
prefecturas (de gran prestigio) que fueron creadas en la época de Augusto. De
menor a mayor prestigio estaban: la prefectura de los vigiles (que se encargaba
de la comandancia de las siete cortes de los vigiles), la prefectura de la “annona”
(que se encargaba de controlar el abastecimiento de los alimentos en Roma), la prefectura de Egipto (que hacía de
gobernador de esta provincia), y la más prestigiosa era la prefectura del
pretorio (que controlaba la guardia pretoriana) (Andreu, 2009,
págs. 207-212) .
Por último, los sacerdocios no eran muy importantes en la actividad política de
los caballeros. (Andreu, 2009, pág. 215)
El último cursus honorum es el de los decuriones donde se encuentran los Cuestores,
cuya figura se extendió en el último tercio del siglo I de nuestra era. Los dos
cuestores se encargaban de las operaciones de todos los fondos públicos de la
ciudad. En el siguiente escaño están los Ediles, que se encargaban de temas
relacionados con las condiciones de vida del lugar. Finalmente, y el más importante
es el Duunviros, que se encargaban de los temas más importantes de la gestión
urbana. Excepcionalmente, se convocaban decemuiri o VIIImuiri, ocho o diez
personas que se encargaban de hacer las nuevas instituciones conforme a la
administración romana. Por último, el sacerdocio municipal era similar al de
los senadores. Había tres tipos de sacerdotes locales: pontífices, augures y
flamines (Andreu, 2009, págs. 218-222) .
Bibliografía
Andreu, J.
(2009). Fundamentos de epigrafía latina (primera ed.). Madrid, España:
Liceus.
Ramírez Sánchez, M. (Primera década del S.XXI).
Onomástica iindividual y cursus honorum en Roma. Págs. 11.
Ambas vistas el día 27 de diciembre de 2013.
J-Man DH
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